El hombre que se despojó de sí mismo
Un hombre fue en busca de sí mismo. Con este objetivo, comenzó a deshacerse de todo lo que no era esencial en su vida. Pensó en sus hermanos, que lo presionaban constantemente para reunirse a comer juntos. Entendió que, en ese vínculo, él no era más que un actor cumpliendo el personaje dispuesto en un guion preestablecido. Responder a la obligación de ser un hermano comprometido, un buen amigo y un hijo responsable, en nada se correspondía con sus aspiraciones, con quien él sentía ser. Ese día decidió barrer con los convencionalismos y deshacerse de esas relaciones que no le significaban nada de aquello esencial que pretendía hallar. Entonces, desde adentro, rompió relación con sus hermanos. Ya no eran tales desde ese momento. De su cabeza arrancó el deber, con todas las raíces que de él se desprendían: Aquellas que gritaban “¡hey!, ¡responde los mensajes!” Aquellas otras que escribían en su frente palabras como “egoísta", "desconsiderado", "antisocial”, cad